Foto: Sky Sports |
Me gusta mirar los recuerdos de Facebbok, a veces no tienen nada de especial y los miro de pasada pero otras veces son hechos que significaron algo importante, historias que me marcaron de verdad, como esta noche. Hace dos años dediqué un pequeño post a Claudio Ranieri, Slaven Bilic y una canción de Kasabian... En la primera jornada de la Prermier 2015/2016 el Leicester, un equipo que a duras penas había conseguido salvar la categoría la campaña anterior, entrenado por un Claudio Ranieri en el que casi nadie tenía depositada demasiada confianza en que fuera capaz de volver a mantenerlo en la máxima categoría, venció al Sunderland por 4-2. En la rueda de prensa Ranieri habló de la motivación que había supuesto para el equipo escuchar la canción "Fire" de Kasabian. Casualmente en la jornada siguiente el Leicester se enfrentaba al West Ham, equipo que aún a día de hoy entrena el croata Slaven Bilic. A Bilic, como mucha gente sabe, además del fútbol le apasiona la música, y que incluso tiene su propia banda de rock, motivo por el que decidí escribir sobre ese partido. Finalmente el Leicester sumó una nueva victoria por 1-2 en el campo del West Ham, lo que le otorgaba 6 puntos en dos jornadas.
Todo esto podría ser una simple anécdota olvidada en el tiempo si como todos pensábamos en aquel momento el buen inicio de la temporada del Leicester hubiera sido flor de un día y el paso de las jornadas le hubiera vuelto a su supuesta realidad, la parte baja de la tabla... lo que nadie podía sospechar entonces es que esos dos partidos, ese post, esa canción de Kasabian... iban a marcar el comienzo de uno de los cuentos de hadas más bonito que se recuerda en el fútbol, ese que tiene como héroe a Claudio Ranieri, y como protagonista a un equipo destinado al descanso coronado como campeón de la Premier League.
Ahora que sabemos como acabó el cuento, con la destitución de Claudio Ranieri a mediados de la temporada pasada por culpa de los malos resultados y que el técnico italiano ha empezado su nueva etapa en Nantes con dos derrotas en las dos primeras jornadas de la liga francesa (ante Lille y Olympique de Marsella) valoro aún más este recuerdo, que me devuelve el pensamiento de que a veces los sueños más imposibles se hacen realidad, que el fútbol más allá de la apariencia de frivolidad y riqueza que nos dibuja el panorama actual, esconde nobleza, lucha, ilusión... el latido de miles de corazones latiendo al unísono cada fin de semana en cualquier estadio del mundo con un objetivo común, dar aliento a sus jugadores, a sus guerreros, que en ocasiones hasta los cuentos de hadas tienen cabida.
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